El coche de la doctora apuñalada que nadie veía: ni la Fiscalía, ni la Policía
Todo sucedió un jueves 10 de abril de 2014. La doctora Elisa Pinto recogió a su hijo de 10 años en el colegio y quiso recompensarle su trabajo en clase con una hamburguesa. Tras desplazarse con su vehículo, un SsangYong Rodius, al establecimiento, sale del automóvil y cuando abre el maletero un hombre se le acerca por detrás y la hiere en el abdomen con una arma blanca. La dermatóloga comienza a sangrar ante la mirada horrorizada de su hijo menor de 10 años al que pide que no salga del coche.
A duras penas, la doctora Pinto se pone a conducir mientras su camisa se llena de sangre. Con la mano izquierda tapona la herida y con la derecha mueve el volante y la palanca de cambios. Su estado le provoca dar varios frenazos, incluso se escora hacia la izquierda cuando atraviesa la calle Triana, a pocos metros de su domicilio.
Los bandazos del vehículo son captados por las cámaras de vigilancia de un Centro de Seguridad del Ejército de Tierra situadas en el número 46 de la citada calle. Posteriormente, mientras su hijo de 10 años llama al 112 preso del pánico consigue llegar a la puerta de su casa donde es auxiliada por dos agentes de policía. Después es trasladada al Hospital Gregorio Marañón donde es atendida por un facultativo de una puñalada de 4 centímetros.
El vídeo publicado por OKDIARIO muestra claramente el paso del vehículo de la doctora Pinto tras ser apuñalada por esta calle de la capital. Sin embargo, la Fiscalía pide el archivo del caso dando por bueno el informe policial donde se dice que en las cámaras de seguridad «no se observa el ilícito penal denunciado, ni ningún vehículo coincidente en marca y modelo con el de la perjudicada». El vídeo desmiente el informe policial asumido por el representante del Ministerio Público y muestra con claridad el vehículo de la doctora.
La dermatóloga Pinto ya ha presentado alegaciones contra la petición de archivo de la Fiscalía y acusa a la Policía de un montaje con el objetivo de exculpar al empresario Javier López Madrid. Además, señala que los agentes policiales encargados del caso, manipularon un informe sobre unas llamadas amenzadoras contra ella, geolocalizadas, y que demuestran que la doctora se encontraba de viaje en la República Dominicana, cuando fue amenazada. Según las alegaciones presentadas por Pinto, es imposible que ella misma se auto-llamara para fingir las amenazas cuando estaba fuera de España.